jueves, 5 de junio de 2014

Hablando de Historia...El taita Boves, hombre de contraste entre la Primera y Segunda República de venezuela.



Primera República


Al estallar la Guerra de Independencia de Venezuela en 1810, Boves intenta unirse a la causa independentista apoyándola económicamente con su patrimonio. A pesar de su experiencia militar y de su habilidad como jinete, su solicitud de un mando militar fue rechazada por los criollos de Caracas debido a su condición social. Inesperadamente, fue acusado de traidor y sentenciado a muerte, posiblemente por enemigos personales. Su pulpería fue saqueada y quemada y su mujer asesinada delante de su hijo. Finalmente, fue liberado en Calabozo por los jefes militares realistas Eusebio Antoñanzas y Antonio Zuazola cuando estos tomaron la ciudad el 20 de mayo de 1812. A continuación, se unió a la columna de vanguardia del ejército de Domingo de Monteverde (1773-1832) bajo el mando de Antoñanzas. 


Participó en la sangrienta toma y saqueo de San Juan de Los Morros el 23 de mayo, destacando por su valor. Gracias a esto, fue nombrado comandante del Cuerpo de Urbano de Calabozo, unidad de milicianos a caballo. Poco después, el 29 de julio Monteverde entraba en la capital venezolana y la Primera República quedaba liquidada.


Segunda República


Mientras Monteverde iniciaba un régimen militar muy represivo e impopular, desconociendo además a las autoridades realistas civiles, en Cartagena de Indias se reunían numerosos oficiales venezolanos exiliados. Ahí empezaron a fraguar un plan con el que recuperar Venezuela, rápidamente reunieron un ejército gracias al apoyo de las Provincias Unidas de Nueva Granada e iniciaron una impresionante ofensiva militar encabezada por Simón Bolívar (1783-1830), la Campaña Admirable.


Entre tanto, la unidad de Boves se unía al ejército de Juan Manuel de Cajigal y Martínez (1757-1823), segundo de Monteverde, que marchaba al este puesto que otro grupo de exiliados había desembarcado el 13 de enero de 1813 en Güiria bajo el mando de Santiago Mariño (1788-1854), Manuel Piar (1774-1817) y José Francisco Bermúdez (1782-1831), todos procedentes de la Trinidad, donde habían contado con apoyo británico. Establecieron su base de operaciones en Maturín, ciudad a la que Cajigal puso bajo asedio e intento tomar por asalto el 20 de marzo, 11 de abril y 25 de mayo, todas en completo fracaso. Gracias a esto la ciudad fue llamada por Bolívar Tumba de los Tiranos.


Tras el tercer y último fracaso, Cajigal abandonó la idea de tomar Maturín y decidió ir a apoyar a Monteverde, quien se mostraba incapaz de contener el avance triunfante de Bolívar por el oeste. Ordenó a Boves ir con su unidad de setecientos jinetes a los Llanos y reclutar a todos los locales que pudiera en nombre del rey. Pronto Boves utilizó un discurso muy demagógico y populista contra las élites clasistas y racistas bajo el lema ¡Guerra a los blancos explotadores del pardo y del indio! ¡Las tierras de los blancos para los pardos!,  unidas a promesas de botín, revancha y ascenso social llevaron a que en octubre, apenas dos meses después del inicio de su guerrilla, tuviera bajo su mando más de mil hombres, y para diciembre alcanzaran los tres millares, momento en que envió a su segundo, Francisco Tomás Morales (1781-1845), a reclutar más hombres en la provincia de Guayana. Después de la segunda captura de Calabozo dispondrá, según los informes del oidor de la Real Audiencia de Caracas e inmigrante dominicano, José Francisco de Heredia y Mieses (1766-1820), de veinte mil lanzas llaneras. Boves castigaba con dureza a los desertores, imponía una férrea disciplina y vivía con y como sus hombres Sus tropas, aunque inicialmente actuaron como montoneras que obligaban a sus enemigos a dispersarse por la región, llegado cierto punto actuaron como un ejército capaz de vencer a tropas regulares en batallas campales.


El 6 de agosto Bolívar entró en Caracas y se proclamó la Segunda República, pero aún quedaban núcleos de resistencia dispersos por Venezuela. Según una estimación oficial de los revolucionarios del 11 de enero de 1814, había 2.200 realistas en la provincia de Coro con Carlos Miguel Salomón, 500 en San Felipe a cargo de José de Milliet, 1.500 en Apure con José Antonio Yáñez y Sebastián de la Calzada y 2.000 en Calabozo a cargo de José Tomás Boves. Extrañamente, Boves y el otro caudillo llanero realista, Yáñez, nunca unieron sus fuerzas. Al parecer, cada uno prefería operar de manera independiente: Boves en los llanos de Calabozo (provincia de Caracas) y Yáñez en la provincia de Barinas



 José Rafael Otazo M.
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Profesor Universitario.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela.
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de La Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.
Director de la Publicación Internacional, "Ni vestido ni desnudo"


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