lunes, 29 de mayo de 2017

REHMLAC+ Revista de Estudios Históricos de la Masonería Latinoamericana y Caribeña; Vol. 9, n. 1, Mayo 2017 - Noviembre 2017.



Hola a todas y a todos,

Adjuntamos el nuevo número de la REHMLAC+, por favor difundir.


Vol. 9, n. 1, Mayo 2017 - Noviembre 2017

La historiadora Céline Sala lleva años reflexionando y difundiendo entre el profesorado francés una serie de pautas sobre la historia de la educación en Francia, de ahí que junto a su especialización doctoral en el fenómeno masónico sea la editora de este número dedicado a la relación entre educación y masonería. En este asunto como en otros en los que se vio relacionada la cuestión masónica, las publicaciones se han desarrollado entre falsedades y sofismos. Esto se explica en parte, debido a la inserción social de la masonería autodefiniéndose como una “escuela de formación ciudadana” –gracias a la consolidación de la modernidad–, en un terreno controlado –según su momento histórico– por las autoridades de las religiones más poderosas, entidades en su mayoría con claras posturas antimasónicas. ¿Hasta qué punto se puede identificar esta apología masónica en la praxis social a los “300 años” del gremio?

Precisamente, con ocasión de esta efeméride, la dirección editorial de la revista decidió realizar una compilación de los mejores trabajos publicados en ella, junto a una serie de estudios novedosos e inéditos, en una colección especial sobre los 300 años de historia de la masonería. En cinco tomos, que saldrán cada dos meses, la publicación recorre buena parte de este periodo. Se podrán adquirir a través de la editorial mexicanaPalabra de Clío. En este número se publica una reseña sobre el primer tomo, elaborada por el presidente del Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española, José-Leonardo Ruiz Sánchez, catedrático de historia contemporánea de la Universidad de Sevilla.

Además, la REHMLAC+ atiende a sus secciones habituales tanto con artículos, entrevistas y demás reseñas.Desde ya se plantea que el próximo número de diciembre agrupe trabajos en torno a las relaciones entre masonería, colonialismo e imperialismo. Recordamos a los autores la importancia de cumplir con el formato estipulado por la revista y su envío a través de la siguiente plataforma: Envíos en línea.

En este año todo el mundo cumple años simbólicos: 300, 100, 80, etcétera. En nuestro caso, se cumplen una decena del I Simposio Internacional de Historia de la Masonería Latinoamericana y Caribeña, celebrado en la Universidad de La Habana, donde nos encontramos quienes formamos el equipo de la revista, y por ende, se propuso la idea de editar una publicación académica y gratuita dedicada a esclarecer el fenómeno masónico, ayudando a curiosos e investigadores a aprehender mejor su historia. Este año volveremos a reunirnos allí, en La Habana, del 28 al 30 de junio, en ocasión del V Simposio Internacional en torno a esta temática.

Presentación
Céline Sala

Artículos 

Thierry Zarcone

Gabriel Darrigran Algaba

Demetrio Xoccato

José Julián Soto, Pablo Sebastián Chávez Zúñiga, Janna Mareike Dallmann

José Ignacio Cruz Orozco

Antonio Morales Benítez

Yván Pozuelo Andrés, Ricardo Martínez Esquivel

Sylvain Wagnon

Fábio Leandro Stern, Bianca de Fiori Milani

Entrevistas

Hans Jascha Schwartz

Michel Goulart da Silva

Reseñas de publicaciones

José Leonardo Ruiz Sánchez

Michel Goulart da Silva

Eduardo Torres Alonso

Yván Pozuelo Andrés

Consejo Científico
Miguel Guzmán-Stein (Universidad de Costa Rica) 
José Antonio Ferrer Benimeli (Universidad de Zaragoza, España) 
Margaret Jacob (Universidad de California Los Ángeles, Estados Unidos) 
Eduardo Torres Cuevas (Universidad de La Habana, Cuba) 
María Eugenia Vázquez Semadeni (Universidad de California Los Ángeles, Estados Unidos) 
Éric Saunier (Universidad de Havre, Francia)
Andreas Önnerfors (Universidad de Lunds, Suecia) 
Samuel Sánchez Gálvez (Universidad Estatal de Ecuador)
Roberto Valdés Valle (Universidad Evangélica de El Salvador) 
Céline Sala (Universidad de Perpiñán, Francia) 
Dominique Soucy (Universidad de Franche-Comté, Francia) 
Guillermo de los Reyes Heredia (Universidad de Houston, Estados Unidos)
Dévrig Mollés (Universidad de Estrasburgo, Francia)
Felipe Santiago del Solar (Universidad París Diderot-París 7, Francia) 
Carlos Francisco Martínez Moreno (Universidad Nacional Autónoma de México) 
Michel Goulart da Silva (Universidad del Estado de Santa Catarina, Brasil) 
Esteban Sánchez Solano (Universidad de Costa Rica)
Jeffrey Tyssens (Universidad Libre de Bruselas, Bélgica)
Aldo Alessandro Mola (Universidad de Milán, Italia)
Juan Pablo Bubello (Universidad de Buenos Aires, Argentina)
Marco Flores Zavala (Universidad Autónoma de Zacatecas, México)

Revisores de estilo
Sylvia Hottinger (Universidad Carlos III de Madrid, España)
Kyle Jackson (Universidad de California Los Ángeles, Estados Unidos)

Diseñador y administrador Web
Luis Martín Valverde Alfaro (Universidad de Costa Rica)

Editor
Yván Pozuelo Andrés (IES Universidad Laboral de Gijón, España)

Director
Ricardo Martínez Esquivel (Universidad de Costa Rica)

-- 
Lo Mejor,
Equipo de la REHMLAC+

Correo electrónico: rehmlac@ucr.ac.cr

Universidad de Costa Rica

domingo, 28 de mayo de 2017

28 de mayo de 1.814...Primera batalla de Carabobo.



La Primera batalla de Carabobo Fue una batalla, en la que las fuerzas de la Segunda República al mando del entonces Coronel Simón Bolívar derrotaron a las fuerzas españolas al mando del Mariscal de campo Juan Manuel De Cajigal y Martínez.

ANTECEDENTES:

Tras el éxito de la campaña de reconquista de Domingo de Monteverde con la toma de Caracas él 29 de julio de 1812, el gobierno colonial se restableció en Venezuela. Monteverde planeaba lanzar una ofensiva contra las Provincias Unidas de la Nueva Granada, sin embargo, antes de poder actuar dos coroneles rebeldes exiliados se le adelantaron a inicios del año siguiente. Eran Simón Bolívar, quien inicio su Campaña Admirable en el Occidente mientras que Santiago Mariño desembarco en el Oriente con exiliados de Isla Trinidad.

Ante la desesperada situación Monteverde intento reconquistar Maturín ya que las provincias de Guayana, Nueva Barcelona y Cumaná habían caído en manos de Mariño rápidamente, pero fracaso en repetidas ocasiones. Cuando intento detener a Bolívar en el oeste fue mutilado en batalla y forzado a refugiarse en Puerto Cabello donde De Cajigal lo relevo del mando. Los realistas quedaron reducidos a sus posiciones en el valle del río Orinoco, Apure y la provincia de Coro tras la toma de Caracas por Bolívar, el 6 de agosto de 1813. Afortunadamente para ellos la llegada del brigadier José Ceballos con 5.000 soldados peninsulares les permitió resistir para volver a la ofensiva

En febrero de 1814 las principales amenazas para la Segunda República de Venezuela eran los ejércitos de José Tomás Boves en los Llanos quien contaba con 8.000 hombres, José Ceballos en el oeste  con4.000  y Juan Manuel De Cajigal 3.000, quienes habían reorganizado sus fuerzas tras la Campaña Admirable y emprendían sus ofensivas. Además el coronel Francisco Rosete quien estaba bajo las órdenes de Boves, actuaba salvajemente en los Valles del Tuy. Ante este peligro Santiago Mariño finalmente se animó a auxiliar a Bolívar aunque ya era tarde para contener a todos estos enemigos.

El 23 de marzo el ejército patriota de Occidente y su par de Oriente al mando de Bolívar y Mariño respectivamente se unieron en Los Pilones, en el actual Estado Guárico, en el valle del rio Tiznados, cerca de la población de San José de Tiznados,  con el fin de sumar fuerzas contra los realistas, sin embargo, su mando permaneció dividido lo que habría de ser decisivo en el futuro. La mayoría de las tropas de Bolívar venían de las regiones andinas del oeste y las de Mariño eran de la costa oriental. Cuando en las tropas de Mariño empezaron a producirse un gran número de deserciones tras la batalla de Bocachica ocurrida 31 de marzo, Bolívar se lo recriminó a pesar de que lo mismo pasaba en sus propias filas y había además espías realistas en sus unidades. Esto solo contribuyo a aumentar la tensión entre ambos comandantes.

El ejército español luego de haber partido de Coro se detuvo el 16 de mayo en Guataparo, a tan solo siete kilómetros de la ciudad de Valencia, en cuyas cercanías estaba el ejército de Ceballos. De Cajigal asumió una posición defensiva, pues deseaba abstenerse de atacar hasta que Boves hubiese penetrado a los valles de Aragua.

Bolívar tras su llegada a valencia a mediados de abril proveniente del sitio de los Pilones, salió de Valencia el 16 de mayo con cuatro divisiones y al día siguiente encontró a  De Cajigal desplegado en orden de combate en Tocuyito, los patriotas atacaron a la vanguardia enemiga pero De Cajigal evitó el combate y se retiró vía San Carlos para dar auxilio al derrotado ejército de Ceballos en su intento de tomar Valencia. Salomón y otros comandantes locales que lo reconocieron como nuevo Capitán General de Venezuela y comandante del ejército realista. Bolívar retrocedió hasta Valencia donde tenía una mejor posición estratégica para  el día 18. 

Cabe destacar que en esta oportunidad Bolívar combate con la ciudad de valencia a sus espaldas, distinto a la segunda batalla de 1821, viendo hacia esta.

Cajigal volvió a avanzar hacia Valencia llegando a las afueras de la ciudad el 20 de mayo pero al ver la cercanía de las fuerzas patriotas retrocedió y tomo posiciones en la sabana de Carabobo. Ante esto las fuerzas patriotas avanzan saliendo de sus posiciones a la sabana el día 25 Bolívar salió el 26 de ese mes con cinco divisiones y con toda la caballería que había en la ciudad. El 28 de mayo ambos ejércitos tomaron posiciones en la sabana listos para la batalla. 

El combate comenzó a la una de la tarde cuando la división de Rafael Urdaneta abrió fuego contra el enemigo intentando flanquear a los realistas por la derecha, pero esto era una diversión, ya que con este truco, distrajo a Cajigal del principal ataque que se dio por el otro flanco y al centro con el avance de José Francisco Bermúdez, Juan Manuel Valdés y Florencio Palacios.

El Libertador arengó a sus soldados diciéndole: “Soldado, vosotros tenéis delante los mismos jefes y los mismos españoles de quienes habéis triunfado en más de cien combates, éste debe ser el último”.

Y Por cerca de una hora las posiciones realistas resisten dándose feroces combates y un nutrido fuego cruzado hasta que su centro empieza a ceder, el Mariscal  De Cajigal envía entonces a sus mejores tropas, los Carabineros de Granada a proteger dicha posición. En respuesta a esto Bolívar ordena a Santiago Herrera que la caballería de José Gregorio Monagas, Juan Joséfo Rondón y Lucas Carvajal ataque a los carabineros granadinos mientras la artillería patriota de Diego Jalón se dedica a bombardear la posición del Estado Mayor realista forzándolo a cambiar de lugar varias veces, impidiéndole reaccionar.

Los lanceros patriotas atacan de frente a los carabineros a caballo que tras un terrible combate empiezan a retroceder, arrastrando con ello a la infantería realista que rompe filas y huye en medio del pánico. 

A las seis de la tarde la batalla termina  y De Cajigal intenta organizar una retirada ordenada, cosa que le es impedido por la caballería republicana que ataca a su comitiva desde todos lados. El mariscal y su Estado Mayor apenas logran escapar con unos pocos hombres

Tras su derrota Ceballos huyo al norte y De Cajigal escapo a Apure pero este último le otorgo amplios poderes a Boves para que este continuara su campaña, sin embargo, aquel opto por retirarse a los Llanos a conseguir refuerzos y apertrechar a sus tropas.

El enemigo dejó en el terreno mil muertos, mil quinientos prisioneros, quinientos fusiles, siete piezas de artillería, ocho banderas y cuatrocientos caballos, las bajas patriotas fueron apenas de veinte muertos y cuarenta heridos. En este combate se destacaron todos los intrépidos integrantes del ejército libertador, no fue una lucha decisiva, pero sirvió para mantener en alto el espíritu de lucha.

La batalla pudo ser decisiva para la independencia venezolana pero Bolívar en vez de avanzar contra el Guárico para acabar con la rebelión de los llaneros con todo su ejército, optó por dividirlo: encargó al general Rafael Urdaneta con 700 infantes marchar al Occidente, a una división de 400 infantes y 700 jinetes ir tras Cajigal y Ceballos para impedir que pudieran apoyar a Boves, él mismo decidió ir hacia Valencia y José Félix Ribas fue enviado por refuerzos a Caracas y acantonó en Aragua a Santiago Mariño con 3.000 hombres Este acampó en Villa de Cura, desde donde podía atacar los Llanos, bastión realista.

Mientras José Tomás Boves partió con un poderoso ejército desde Calabozo en una campaña que terminaría en la Segunda Batalla de La Puerta.

REFLEXIÓN:

Hoy , esta importante efemérides se alza como punto de honor en donde Esta acción fue en su momento la más importante de la guerra de la independencia venezolana, pues hasta entonces no se habían encontrado en una misma batalla los más expertos jefes de la guerra, ni semejante cantidad de combatientes.

Como bien lo refería el importante Historiador y Profesor Titular de la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela; Pedro Calzadilla “el año 1814 fue muy significativo para la historiografía venezolana, pues a pesar de que se le conoce como “el año terrible”, debido a se perdió la Segunda República, ese año hubo una insurgencia popular.”

“Ese año, el de 1814 a pesar de que la república se pierde, el pueblo más humilde y excluido de todo durante esos años dice presente, alza su voces y pide y obliga a quienes conducían la Independencia a una reajuste porque hasta ese momento, no se había comprendido la profundidad social que debía tener la gesta emancipadora” y por eso la importancia de conmemorarlo.

En el año 2006 el presidente Hugo Chávez habló del inicio del ciclo bicentenario para conmemorar los acontecimientos que ocurrieron durante los años de la Independencia hasta el 2030, esto con la conmemoración de la muerte del Libertador y la disolución de la Gran Colombia, la cual marcaría el fin de esa etapa de la historia de Latinoamérica. De igual manera y otra cosa que el pueblo le debe al presidente Chávez es su lucha para convertir la historia en una “fuente de inspiración”.

Esto, “le ha dado un sentido distinto a las fechas históricas”, ya que brinda una nueva lectura de los acontecimientos, vista desde el sentir del pueblo venezolano. Eso, sin duda, el contacto con Bolívar, con las heroínas, con los héroes que hoy, como hace 203 años, las venezolanas y los venezolanos  hacen que tengamos y sentimos la misma voluntad de ser libres y es ese nuevo sentido para la historia de Venezuela lo que ha permitido que el pueblo conozca su pasado y rescate su memoria.

Y ahora en 2.017 luego de  otro bicentenario: como lo fueron los 200 años de aquel 6 de septiembre de 1815 cuando en Jamaica, el Libertador escribió la Carta de Jamaica, uno de los documentos más importantes creados por Bolívar en el cual estableció las razones por las cuales fracasó la segunda República. Pieza de profunda reflexión, Que junto a cada batalla como lo fue esta hoy memorada, deben ser objeto de profunda reflexión en el que hacer de la patria vista desde el ideario bolivariano.

Cabe destacar que Durante el tiempo en el que Bolívar vivió en el exilio, Haití y Jamaica fueron dos tierras que lo acogieron con amor. Fue en el Caribe donde Bolívar reflexionó sobre la necesidad de resurgir desde la causa popular, la justicia y la inclusión de todos los sectores del pueblo.


Hoy el exhorto es seguir  con esa misma dignidad de hace 203 años, con  esa misma entereza y sin la menor duda de que por primera vez desde ese entonces somos un pueblo libre.

De aquí la importancia cardinal que tiene la “unidad” para el triunfo de la PAZ. Por lo que debemos recordar las palabras del Libertador que Acertadamente dijo: "Nuestra división y no las armas españolas nos tornaron a la esclavitud".

Es Carabobo un libro abierto de abnegación, patriotismo, libertad y soberanía.


José Rafael Otazo M; PhD.
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Profesor Universitario. 
Miembro de Número de la Academia de la Lengua del Estado Carabobo.
Miembro de la Ilustre Sociedad Bolivariana de Venezuela. 
Miembro de la Digna Sociedad Divulgadora de la Historia Militar de Venezuela.
Miembro de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo.
Miembro de la Red Profesional del Instituto Panamericano de Geografía e Historia - O.E.A.
Investigador en la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica.



lunes, 8 de mayo de 2017

Hablando de... Q.´. H.´. Jean Henri Dunant, Fundador del Cruz Roja.



El 8 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Cruz Roja en homenaje al filántropo suizo fundador de la Cruz Roja, Jean Henri Dunant, nacido en Ginebra en 1828.

Dunant, a la edad de 31 años ya es banquero, negociante, Masón, filántropo, idealista y humanitario, miembro de la Resp:. Log:. Concorde de Ginebra (Suiza), emprende un viaje de Argelia al cuartel general del Emperador Napoleón III, cerca de la ciudad italiana de Solferino, el que coincide con la batalla de Solferino al norte de Italia, donde se evidenció una hostilidad violenta, entre el ejército de la alianza Franco-Sorda (Francia e Italia), contra la armada Austriaca (Prusianos), por la independencia de Italia, que sumaron en escazas 16 horas, 40,000 bajas entre muertos y heridos, éstos últimos sucumbían porque las reservas sanitarias de los ejércitos eran exiguas o nulas, dos meses después habría de aumentar similar cifra a “muertos” por enfermedad en los tres ejércitos.

Tras la vivencia aterradora, Dunant, se dio cuenta de la crueldad de la guerra y de lo insuficiente e inadecuado que era el servicio sanitario militar, era dantesco y horrible el espectáculo toda vez, que los moribundos soldados, sufrían y lloraban clamando ayuda ante las salvajes heridas, algunos abandonados a su suerte morían, ciertos se identificaban con una gran cruz roja. organizó una acción de socorro, junto a los médicos y mujeres de Castiglione (Provincia Italiana) en donde se improvisó en una iglesia un hospital de campaña y donde fueron atendidos los soldados heridos en batalla.

Esto sirvió de base para que Dunant escribiera el libro titulado Recuerdo de Solferino donde se planteó la creación de Sociedades de Socorro en todos los países, con el fin de atender a las víctimas de la guerra sin ninguna discriminación y proponiendo el establecimiento de unos tratados o códigos de respeto por la vida, aún en situaciones de confrontación.

En 1864 se celebró la Convención de Ginebra que llevó a cabo la fundación de la Cruz Roja Internacional permanente. En 1901 Dunant compartió el primer Premio Novel de la Paz con el Estadista francés Frédéric Passy, fundador de la Liga Internacional de la Paz. Entre las obras de Dunant figura la Fraternidad y Caridad Internacionales en Tiempos de Guerra, 1864.

El Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja Internacional está integrado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), grupo formado por un máximo de 25 ciudadanos suizos, que tiene su sede en Ginebra (Suiza), y cuenta con más de 160 Organizaciones Nacionales de la Cruz Roja y la Federación Internacional de las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (conocida hasta 1993 con el nombre de Liga de las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja), también con sede en Ginebra, que coordina la actividades de las sociedades nacionales en tiempos de paz.

Celta.´.

jueves, 4 de mayo de 2017

Hablando de...Una mujer masona: La historia de Elizabeth St. Leger.

Retrato de Elizabeth St. Leger, luego Aldworth

Autores masónicos de tan alta reputación como Albert Mackay (1873/1921, 1906), Robert F. Gould (1936) y Edward Conder (1895) refieren la historia de la señorita Elizabeth St. Leger, también llamada “la mujer masón” (the Lady Freemason).

Elizabeth es una de las pocas mujeres iniciadas en la masonería durante el siglo XVIII, algunos años antes de las célebres constituciones de Anderson que inauguran la masonería moderna. De hecho, la historia de Elizabeth es considerada una de las pruebas de que en Irlanda ya funcionaban logias simbólicas antes de Anderson.

La historia de la señorita St. Leger está rodeada de misterio: circulan varias versiones, todas anecdóticas y, sin duda, ninguna cercana a la verdad. Todas tienen algunos rasgos en común: Elizabeth era una joven mujer que todavía no se había casado; por azar (según unas versiones) o por alevosía (según otras) presenció una reunión masónica desde un escondite y, al tratar de escapar, fue descubierta por los masones quienes, tras una larga discusión, resolvieron acogerla en su organización para impedir que revelara sus secretos.
Mandil de Elizabeth St. Leger

Elizabeth se casó en 1713 con Richard Aldworth y a partir de ese momento adoptó su apellido. La joven y traviesa Elizabeth, según cuentan sus descendientes, siguió perteneciendo a la masonería hasta su muerte y fue un miembro muy activo de su logia. Su nombre figura en 1744 en la lista de suscriptores del Enquiry de Dassigny, una publicación masónica de la época. Se hizo retratar con sus aperos masónicos, e incluso su mandil se conserva todavía, ahora en exhibición en el museo del centro masónico de Irlanda en la calle Tuckey, en la ciudad de Cork.

En la catedral de San Finbarre, en Irlanda, yacen sus restos. Ahí se encuentra todavía una placa que reza:


Placa en la catedral de Saint Finbarre, Irlanda (1775)

En piadosa memoria de la honorable Elizabeth Aldworth, esposa de Richard Aldworth of Newmarket Court. Co. Cork. Esq., hija de Arthur, primer visconde Doneraile. Sus restos yacen cerca de este sitio. Nacida en 1695. Fallecida en 1775. Iniciada en la Francmasonería en la logia n.o 44 en Doneraile Court, en este condado, 1712 d. C.

Los antecedentes de Elizabeth

La familia Saint Leger era una antigua casa anglo-normanda con uno de los pedigrees mejor autenticados de su época. Era una familia de nobles con una larga tradición. Su padre y sus hermanos eran masones y, según se dice, celebraban reuniones masónicas en su casa. En otras palabras, Elizabeth no era descendiente de una familia cualquiera y este hecho debería tomarse en consideración: no era una sirvienta, esclava o mujer de baja condición. Las diferentes versiones de la anécdota subrayan la soltería de Elizabeth: era libre de decidir por sí misma si su padre y sus hermanos le daban la opción, porque todavía no estaba atada a la voluntad de un esposo.
Azar, inocencia y curiosidad (la versión de Conder)


Una de las versiones más conocidas es la publicada por Edward Conder en 1895 en el octavo volumen de las memorias de la logia Quatuor Coronati de Londres (Transactions of the Quatuor Coronati Lodge of London). Lo que anoto a continuación es un resumen de ese relato.

En una ocasión, durante una época en que se estaban realizando remodelaciones en la casa, el vizconde Doneraile se reunió con sus hijos y algunos amigos. La reunión masónica se llevaba a cabo en una amplia habitación en el primer piso de la casa. Al lado había una pequeña biblioteca separada de aquella por una pared. Las puertas de ambas habitaciones daban al vestíbulo y estaban muy cerca una de la otra. Los arreglos de la casa habían requerido remover algunos paneles de la pared del salón grande, por lo tanto, en algunos puntos de la pared cuyos arreglos no habían finalizado, había ladrillos puestos en su lugar pero todavía sin pegar con mortero.

En esa tarde de invierno, Elizabeth había pasado varias horas leyendo junto a la ventana de la biblioteca y se había quedado dormida. El sonido de voces en la habitación continua la hizo despertar y sospechar que no era una reunión ordinaria la que se llevaba a cabo ahí. La luz se filtraba por algunas rendijas de la pared a medio terminar y el resto fue obra de la curiosidad: se acercó, muy cuidadosa y silenciosamente retiró uno de los ladrillos y, desde ahí, tuvo una vista privilegiada de todo lo que ocurría al otro lado.

En este punto de la historia, Conder enfatiza el hecho de que las acciones de Elizabeth fueron totalmente involuntarias: se había quedado dormida en la biblioteca, no sabía que su padre se reuniría ahí con los masones y fue movida por una curiosidad inocente, irresistlbe y cándida. No era posible calificar sus actos de crimen o acción voluntaria para tratar de apropiarse de los secretos de los masones. Este dato, sencillo como parece, es crucial en la justificación de la decisión de la logia.

Durante un buen rato, Elizabeth contempló en silencio absoluto todo cuanto ocurría, hasta que la solemnidad del evento –al parecer se estaba admitiendo un nuevo miembro– la hizo tomar conciencia de que ahora guardaba información secreta que ningún miembro de la orden masónica podía revelar. Comprendió que lo mejor era retirarse cuanto antes, en secreto; pero al salir, lamentablemente la puerta de la biblioteca estaba muy cerca de la puerta del salón en donde estaban reunidos los masones. Uno de ellos guardaba en la entrada para alejar a los intrusos y, desde luego, la vio de inmediato. Era el mayordomo de su padre quien conocía perfectamente la condición de la pared y comprendió la situación. Al verlo, Elizabeth dio un grito y se desmayó.

El fiel sirviente de la familia dudó unos instantes: ¿pedía ayuda de otros sirvientes para que llevaran a la señorita a su habitación o le alertaba de inmediato a la logia? Optó por la segunda alternativa: el padre y los hermanos de Elizabeth respondieron a su llamado, así como los demás masones. Cuando la joven se despertó y vieron el estado de la pared de la biblioteca, comprendieron lo ocurrido y comenzaron a deliberar de inmediato. La discusión se prolongó durante algunas horas.

Finalmente llegaron a un acuerdo, y aquí hay otro detalle valioso: le ofrecen a Elizabeth pertenecer a la masonería voluntariamente. Cuando ella acepta, la hacen pasar y le confían los secretos que parcialmente había visto ya.

Mackay, en su Enciclopedia de francmasonería, reproduce textualmente un relato supuestamente publicado en 1811 en Cork, con el beneplácito de la familia. Según este relato, Elizabeth no se quedó dormida en la biblioteca sino que planeó cuidadosamente su hazaña. Con unas tijeras removió con cuidado los ladrillos de la pared y, cómodamente situada, observó los trabajos de los primeros dos grados.

Cuando comprendió que la reunión estaba a punto de terminar, viendo la información que ahora poseía, decidió que era el momento de retirarse. Se puso nerviosa y casi se desmaya; pero lo peor fue que, en la oscuridad, se tropezó con algo, tal vez una silla o algún mueble decorativo. El masón que montaba guardia la escuchó y la descubrió al instante, seguido de los demás. Uno de los hermanos de Elizabeth fue el primero en reconocerla y abogar por ella.

Enfurecidos, los masones discuten durante al menos dos horas qué hacer. Finalmente toman la decisión de hablar con ella primero y ofrecerle pertenecer a la masonería. Si ella se rehusaba, los emisarios tenían la orden de regresar para seguir discutiendo qué medidas tomar. Para su suerte, Elizabeth aceptó y recibió los dos primeros grados de la masonería.

Esta versión de la historia trataría explicar, sin ningún mérito por parte de Elizabeth, por qué no solo había sido aceptada en una organización masónica, sino además por qué ostentaba al menos el segundo grado.

Mackay refiere una tercera versión publicada en 1839: Elizabeth tiene una curiosidad insaciable por conocer los misterios de la masonería y planifica cuidadosamente su acto de espionaje. Se hace amiga de la casera de una taberna en Cork en donde se reunía una logia masónica y, gracias a esta amistad, logra esconderse dentro de un reloj en el salón en donde se llevaba a cabo la reunión. La incomodidad de su escondite la hizo dar un gemido que la traicionó y reveló su presencia. Fue iniciada en ese mismo lugar y momento.

En esta versión de la historia, Elizabeth ya estaba casada (es decir, no era libre), hace todo lo posible por conocer la masonería y ser aceptada en ella y se entera de todos los secretos masónicos en el interior mismo de la logia y no en un cuarto adyacente.

Mackay advierte que aun cuando haya dos miembros de la logia de Cork que aseveran la veracidad de esta versión, esta logia fue fundada hasta 1777, varios años después del fallecimiento de Elizabeth, lo cual invalida la historia.

Los relatos que nos llegan provienen todos del siglo XIX, más de cien años después de los eventos referidos, cuando ya era ampliamente difundido y aceptado que la masonería era una actividad exclusivamente masculina. Anderson se había encargado de incluir a las mujeres en la lista de personas no “libres” (recordemos que ser libre es un requisito indispensable para ser miembro de la organización masónica) y, por lo tanto, con base en esos landmarks dictados en 1717, ninguna logia masónica regular iniciaba mujeres.

Todos los relatos sobre la pertenencia de Elizabeth St. Leger-Aldworth fueron escritos por hombres y dados a conocer en publicaciones dirigida a masones de órdenes exclusivamente masculinas. Tal vez por esta razón todos parecen tener algo implícito: la necesidad de explicar o justificar los motivos por los que estos eventos ocurrieron. No hablamos solamente de haber admitido a Elizabeth en sus filas, sino de haberle permitido quedarse ahí, recibir al menos el segundo grado y, según algunas sospechas, haber ocupado el máximo cargo en una logia masónica.

Así, en todas las versiones de la historia, los masones (todos hombres) se ven supuestamente obligados a admitir a Elizabeth en su orden y quedan elegantemente eximidos de la culpa que supondría admitir cualquier otra razón para este evento singular. Habría sido vergonzoso e inexplicable, luego de las constituciones de Anderson y de que la masonería irlandesa se uniera a la Gran Logia Unida de Inglaterra, que una logia aceptase de su libre voluntad a una mujer, aunque hubiese ocurrido en el siglo anterior y bajo otras reglas.

Puesto que fue imposible encubrir la pertenencia de Elizabeth a la masonería –y la existencia de pruebas materiales la hacía irrefutable–, ninguno de los relatos admite la posibilidad de que Elizabeth hubiese pedido ingreso por su propia voluntad, que su solicitud haya sido considerada y que, por mérito propio y como lo haría cualquier otro masón libre, se haya ganado el respeto de sus compañeros y los grados masónicos a los que su trabajo le daría derecho. Y, sin embargo, algo de esto permanece en los relatos, puesto que los autores se cuidan de explicar dos detalles: que hubo deliberaciones por parte de la logia completa para decidir si la aceptaban o no y que a la joven se le preguntó si quería o no formar parte de la organización.

En otras palabras, después de todo, fue admitida según los procedimientos y principios de una agrupación masónica regular.

Elizabeth era una mujer noble, reconocida por su caridad. Se puede especular que su lugar en la sociedad de la época era tan prominente que no pasó inadvertida, como la mayoría de sus contemporáneas, y por eso todavía hoy la recordamos. Si hubiese sido hombre, nadie habría dudado de su mérito para ser admitida en la masonería. Pero como era mujer, fue necesario hacer circular una historia anecdótica e inocente para no levantar sospechas en una sociedad preeminentemente masculina.

La historia de Elizabeth es un ejemplo de las contradicciones de una época. En el esfuerzo por encubrir la verdad sobre su admisión en la masonería –ahora irrecuperable–, se observa la posible supervivencia de una práctica antigua y la realidad de que el sexo no es un impedimento para ser un masón digno.


Celta.´.


Fuentes consultadas
Conder, E. (1895). “The Hon. Miss St. Leger and Freemasonry”. Transactions of the Quatuour Coronati Lodge of London, VIII, 16-23. Recuperado de <http://freemasonry.bcy.ca/aqc/>.
Gould, R. F. (1936). Gould’s history of freemasonry throughout the world (6 vols.). New York: Charles Scribner’s Sons. [Versión PDF].
Mackey, A. G. (1906). The History of Freemasonry (Vols. 7). New York and London: The Masonic History Company.
Mackey, A. G. (1921). An Encyclopaedia of Freemasonry and its Kindred Sciences (W. J. Hugha, Ed.). (5.a ed., 2 vols.). Chicago, New York, London: The Masonic History Company. (Obra original publicada en 1873).
Millar, A. (2005). Freemasonry: A History. San Diego, California: Thunder Bay Press.
Thames, B. L. (n.d.). “A history of women’s masonry”. Pilgrim’s Lodge Papers, 0.5. Recuperado de <http://www.phoenixmasonry.org/masonicmuseum/Cabinet_Card_Woman_in_Masonic_Regalia.htm
>.https://elportico.wordpress.com/2011/02/27/una-mujer-mason-la-historia-de-elizabeth-st-leger/